Hace algunas semanas atrás, Sport realizó su Fiesta del Deporte. En la misma se premió a todos los deportistas de la institución y se destacaron a algunos más. Una de las sorpresas de ese día fue la de entregar un presente a Eduardo Silva como “Embajador del sentimiento Celeste en el Mundo”. De visita en la ciudad para las fiestas, el “Negro” recibió el premio de manos del presidente del Club, Guillermo Conejo, y aprovechó para charlar con la web oficial de Sport sobre varias cosas.

Vinculado al Tenis desde su infancia, no deja de agradecer la oportunidad que tuvo su familia en el Celeste: “Sigo agradeciendo que le dieran una oportunidad a mi abuelo que llegó con un valijita y empezó a trabajar acá. Mucha gente lo recuerda por como tenía el Club, todo lleno de flores porque él era jardinero. Nos dieron la oportunidad que mi mamá y mi tío jugarán para Sport y representarán al Club en toda la zona y Buenos Aires”. A raíz de este comentario, es bueno recordar un pequeño párrafo del libro de los 100 Años de Sport de Gustavo Tomasi y José Sainz. “El canchero, que vivía para el club, se dedicó a cuidar un sitio que fue envidia de una ciudad en que las quintas y jardines eran más comunes que el aire y en la que no existían las florerías. Las Instituciones de Cañada insistían para conseguir ejemplares del edén celeste” (1). Las canchas de tenis se ubicaban en los sitios donde hoy está el Florencio Varni y la pileta (dos en cada lugar) y la casa del casero en la actual cancha de fútbol sintético. “Ahí nació mi mamá y mis tíos. Ellos jugaron siempre al tenis, se levantaban y tenía la cancha ahí, donde hoy está el Florencio Varni. Mi mamá se crio acá, después mi abuelo compró la florería, en la década del 30, creo que en el 38. Recuerdo que cuando yo era chico el canchero era Funez. Bueno, desde ahí siempre fuimos del Club. Son 5 generaciones ahora, mi abuelo, mi mamá, yo, mis hijos y mis nietos. Tengo hermosos recuerdos de chico en este club”, rememora con emoción Eduardo.

El pasado jueves, cuando la dirigencia de Sport agasajó a todos los empleados y entrenadores del Club, Silva recibió su presente y dedicó algunas palabras. Sin embargo, asegura que se quedó con ganas de decirles algo más: “El jueves me quedé con ganas de decirle a todos los que estaban, desde el portero o porteros, son la cara del Club, la gente cuando llega son lo primero que ve. Ellos tienen que tener cordialidad, ser atentos. Lo mismo las chicas de arriba (secretaria), también son la cara del Club, cuando viene la gente a asociarse, son todas cosas que tienen que ser tenidas en cuenta. Todas esas pequeñas cosas hacen que una institución sea grande e importante. Los chicos del Verano Feliz, todos esos chicos que están viniendo van a ser los futuros hinchas y socios del Club, para toda la vida. Si se trabaja bien, a conciencia, esos chicos no se van más del Club. Eso es algo muy importante que pesquería decir a los chicos que están en la Colonia hoy, que trabajen con profesionalismo, que estén pensando en lo que están haciendo, tiene que saber la importancia de eso. El nombre de la Colonia, “Verano Feliz” es más que elocuente, los chicos tienen que estar felices. Para eso hay que conocer a los chicos, a cada uno, porque los chicos no son adultos pequeños, cada uno es un mundo aparte, cada uno tiene realidades diferentes. Hay situaciones familiares que hacen que a veces un chico venga con ciertos problemas y bueno, el instructor debe tratar de conocer para saber cómo actuar. A lo mejor muchos de estos chicos que vienen a la Colonia todavía no eligieron que deporte van a seguir, y si bien cada uno tiene diferentes capacidades, pero todos son importantes. Acá los chicos tienen que estar contentos, los chicos que están feliz como el nombre de la Colonia lo dice, no se van más del Club. Eso es muy importante”.

Silva se fue del país en 2001 y, como no podía ser de otra manera, comenzó a vincularse con el tenis en Italia, el lugar a donde emigró. “Allá fundé Sportennis Sacile. Sacile es una ciudad más chica que Cañada, que es donde vivo. Es tenis convencional. Después empezamos a hacer tenis para ciegos, en el 2014 se creó la Asociación Internacional de Tenis para ciegos, que se llama IBTA (International Blind Tennis Association) en Estados Unidos, ahora el presidente soy yo, por dos años, hasta el final de 2107. Se está jugando en 30 países de todo el mundo. La cancha es más chica 6,10m por 12,80m (contra 12 x 24 aprox. de una cancha tradicional), la altura de la red es más baja, las pelotas son de goma espuma con un dispositivo sonora adentro, están permitidos tres piques, las raquetas son más cortas así el punto de impacto está más cerca de la mano. El primer pique les sirve para saber si la pelota viene a la derecha o a la izquierda, el segundo pique para saber la profundidad y velocidad de la pelota y en el tercer pique se acomodan para impactar”, detalla sobre su actual vinculación con la raqueta.

Desde hace varios años, cada vez que Argentina disputa la Copa Davis en el viejo continente, siempre estará presente la bandera de Sport. Un poco más alejada o bien al centro, en algún momento el Celeste de Sport se hará presente para inflar el pecho de todos los Cañadenses. “Son 36 años que voy a la Copa Davis. Iba siempre mientras estaba en Cañada a los partidos en Buenos Aires. Pero una vez allá me resulta más fácil ir porque económicamente, más allá de lo que hagas, hay más facilidad de trasladarte. Fui a Francia, a Croacia, Alemania en auto. Después, por ejemplo a la final de 2011 en Sevilla fuimos en avión. Somos un grupo de 70-80 personas que vamos siempre, somos fija y después esta la gente que se suma a cada serie. Por ahí pasa que llegaste tarde y no ténes más lugar para poner la bandera. Hay lugares donde hay mucho espacio para poner banderas y hay otros, como es esta última final en donde el espacio es muy poco.

El viernes la bandera se veía completa, el sábado ya no tenía ese lugar…hay veces que nos peleamos entre nosotros. No hubo lugar para poner una bandera grande que tenemos que dice “Hinchada Argentina Copa Davis”. A la hora de destacar alguna anécdota o hecho que más recuerda vinculado a la Davis, Silva comenta: “Se genera una relación con los jugadores porque muchas veces vamos a los mismos hoteles. Con los dirigentes de la Federación Argentina, con el Presidente, Vice, tengo muy buena relación. Fidalgo (el vice) ayudó mucho al tenis para ciegos en Argentina. En Belgrado en 2011, a los jugadores les daban un brazalete rojo para entrar al restaurant vip oficial, exclusivo para dirigentes y jugadores. Nalbandian y Mónaco nos dieron la pulserita. Nosotros le pusimos una cinta y pasábamos de a dos, comíamos de todo y pasaban otros dos...Los jugadores son siempre así, los argentinos somos así. Se crea una linda amistad con el grupo que vamos”.

Sin embargo, no todas son alegrías. El Club, los amigos, el contacto diario son cosas que cualquier argentino no deja de extrañar, y Eduardo no es la excepción. “Si, todo esto allá no existe. De comer un asado…hoy un sábado a la mañana de venir a jugar no existe, todos están trabajando. Hoy estaba en la peluquería, y le decía. Yo ahí voy charlo con uno con otro. Allá no existe eso, te dan turno y estas solo, te cortan y te vas…Otra cosa es que allá a las 19:30hs. sea invierno o verano bajan las persianas y no ves más a nadie. Les cuento que acá la gente se queda a tomar una cerveza con amigos hasta las 2am y no te creen”.

Otra cosa que desea destacar es el hecho de tener instituciones deportivas como los clubes, cosa que en Italia no se encuentran .Afirma que en Sacile está el equipo de Fútbol, el de Voley, el de Básquet y todos pelean entre sí por los espacios que son de la municipalidad. “Nosotros no valoramos lo que tenemos como organizaciones. Muchas cosas se han hecho bien. Yo me acuerdo que en el Fútbol infantil se jugaba Sport con Cremería por ejemplo, en todas las categorías. Allá, una categoría de Sachilense juega con uno, la otra con otra y así….Yo le digo de organizar mejor, para ahorrar en viáticos, árbitros, juntar a los padres. Acá se arma buffet, se trabaja todos juntos. Allá el padre deja al pibe y lo va a buscar cuando termina. Y ni se conocen con otros padres. Lo mismo con el compromiso de los chicos, el espíritu deportivo que tenemos acá allá no existe. Pero no nos damos cuenta de eso. Yo estoy allá y me agarran ganas de estar acá un domingo e ir a ver a Sport…”

Por último, a la hora de cerrar la charla, Silva recuerda sus años como dirigente de las Sub Comisiones de Fútbol infantil y de Tenis, sin dejar de volver a agradecer: “El Club es lo más importante… Mis hijos decidieron jugar al fútbol y me llamaron del fútbol infantil para trabajar y lo hice durante mucho tiempo. Después volví al tenis y estuve 20 años en la sub comision de tenis con diferentes presidentes: Horacio Tonella, Osvaldo Mayer, el Toro Sanchez, Demarchi, Quique Lan, Ricardo Antonini, el padre de Ricardo Tonella al principio…Con el Club me siento muy identificado y siempre agradecido. Yo llego acá y me encuentro como en mi casa, con chicos que fueron alumnos mios y eso es una satisfacción muy grande. Hace unos 3 o 4 años, cuando vine fuimos a ver a Sport ante San Jeronimo, y para mí fue una satisfacción muy grande ver que 5 de los 11 de Sport eran chicos que habían pasado por el Fútbol infantil cuando me tocó trabajar”.

El “Negro” Eduardo Silva ya está de vuelta en Italia, pero sin dudas que una parte importante de su corazón, continúa en Sport.
Prensa Sport CC
(1)”Sport Club Cañadense. 100 Años”. G.Tomasi-José Sainz.Ediciones SCC. Página 50.