Captura de pantalla 2024-12-04 201828.jpg

Primera nota Por Gerardo Álvarez

 

Un par de antecedentes referidos a la historia deportiva del Cañada de Gómez de inicios del s. XX ponen de manifiesto el interés y la pasión por la práctica del ciclismo que

animaba a muchos jóvenes de entonces nucleados en clubes pioneros de ese deporte. El primero de ellos fue el Club Ciclista Cañadense, que se fundó el 29 de noviembre de 1912, presidió Antonio Vasoin, y contó entre sus socios fundadores –como lo apuntan José Sainz y Gustavo Tomasi en su libro sobre el Sport Club Cañadense, a Ricardo y Abel Romegialli (h.), Federico Bianchi, Augusto y Ramón Ibarra, Carlos Weber, Ottorino Beltrame, Mario Rescia, Pedro Sorzini, Ramón Cabero, Juan Toledo, Oddo Gazzola, Miguel Mondino, Juan Díaz, Humberto Menossi, Juan Besso Pianetto, Mario Protti y Ángel Ponisio, entidad que se fusionó luego con el Atlético San Martín, dando nacimiento al Sport Club que al inaugurar su estadio, el 13 de junio de 1926, habilitó también un velódromo que circundaba las instalaciones, siendo Federico Guedón el ganador de la primera carrera en él realizada1.

El segundo de esos precedentes indica que el 1º de setiembre de 1921 se constituyó el Ciclismo Club, que presidió Lorenzo Abate y al que adherían Cesar Ribotta, Horacio Abregú, Renzo Losano, Carlos Honegger, Dante Giordano, Pedro Milanesi, Carlos Antonucci y Celestino Losano2. Y conviene destacar que uno de esos integrantes, Horacio Abregú, conformaría con sus hermanos Sergio, Ceferino y Manuel Florencio, la más recordable familia de ciclistas cañadenses, siendo el último de ellos, quien había nacido el 16 de julio de 1908, el que obtendría mayor relevancia a nivel provincial y nacional3.

Estos muchachos eran hijos de Juan Abregú, quien proveía de pasto a muchos propietarios de vagonetas, breacks y carros tirados a tracción a sangre, y como ellos eran los encargados de cortarlo, cargarlo y descargarlo con horquillas, el esfuerzo físico que esa dura tarea significaba mucho contribuía a mantenerlos en un excelente estado físico. Un recordado convecino, Agustín Ribotta, supo comentar a quien esto escribe que cuando el carro con el que repartían, rebosante de pasto, ingresaba en los callejones –donde se encontraban la mayor parte de las caballerizas– tornaba imposible que otro vehículo cruzase en sentido contrario por la estrecha callejuela, fuera Ballesteros o Chañares… 4.

Los hermanos Abregú participaron de los primeros «circuitos de Cañada de Gómez», y un programa del tercero de ellos, disputado el 1º de junio de 1924, testimonia que por el Ciclismo Club corrieron Horacio, Sergio y Manuel, Miguel Rivas, Faustino Ribotta y Juan Forteaga, además de ciclistas de otras entidades5.

Entre las primeras competiciones disputadas fuera de la ciudad por estos recordables deportistas, se contó, como lo señalara La Nota en febrero de 1927, el «Campeonato Santafesino de la hora», realizado ese día en el club Provincial de Rosario, del que participaron «grandes pedales rosarinos» y «en representación del ciclismo cañadense» Sergio Abregú6.

En el libro de Sainz y Tomasi se señala además que en 1931, como consecuencia de los esfuerzos de su subcomisión de ciclismo, y naturalmente de los propios corredores celestes,

«… llegaron las primeras alegrías a nivel regional con las victorias de Juan Baiml en la vuelta Armstrong-Tortugas, la de Sergio Abregú en ruta y pista, y la de su hermano Manuel que, a fuerza de doblar palancas, empezó a entreverarse entre los popes del pedal en los campeonatos santafesinos y argentinos de resistencia. Para final

del año, Sergio Abregú ganó la carrera de 100 kilómetros que organizó Sport y se quedó con una copa y las dos mil libras esterlinas que donó Italo Beltrame»7.

A inicios de 1932 el Club Ciclista América de Rosario organizó carreras con puntaje en las que se puso en juego el trofeo Ganna, competencia en la que Sergio Abregú llegó segundo. Y por entonces se volvió a realizar, como en años anteriores, «La doble Roldán - Cañada de Gómez», en cuya primera etapa punteaban en la prueba Manuel y Sergio Abregú, quienes fueron luego superados por dos corredores roldanenses, llegando cuarto el último de los nombrados. Después, ambos hermanos volvieron a participar de una importante competencia de entonces, «La Rosario - Santa Fe», en la que Manuel quedó fuera de carrera y Sergio llegó al embalaje final. También uno de ellos, Manuel, corrió en la «Doble Nogoyá», que organizara el Club Ciclista de Paraná. Y en ese mismo año, en que los Abregú compitieron con tanto ahínco, Manuel se clasificó Campeón Santafesino de Velocidad, por lo que La Nota destacó su magnífico esfuerzo como así también el inusual gesto de caballerosidad deportiva de un notable ciclista de entonces, que se infiere del siguiente párrafo de la crónica:

«En esta prueba intervinieron cuatro corredores cañadenses: los hermanos Sergio y Manuel Abregú, Juan Baiml y Miguel Rivas, este último reconocido también como “la bala humana”, “no quiso” ganar el Campeonato porque Manuel iba adelante… y como entre bueyes no hay cornadas cualquiera de los dos que ganara era lo mismo…»8.

El 1º de mayo de 1932, según informara La Nota el día 5 de ese mes, «Sergio Abregú obtuvo un brillante triunfo en San Jorge», donde

«La prueba capital asumió caracteres soberbios en razón de lo reñida y entusiasta que fue la lucha en todo su transcurso, poniéndose en evidencia la buena disposición y el perfecto entrenamiento de los corredores (…)

»La victoria correspondió en el embalaje final al aplaudido ciclista cañadense Sergio Abregú, quien una vez más impuso sus grandes condiciones»9.

Manuel Abregú también tuvo una excelente actuación en el campeonato nacional ciclista de resistencia disputado en Buenos Aires el 27 de abril de 1935, en el que logró un honroso tercer puesto, como lo testimonia el admirativo elogio que le prodigara el cronista de La Nación:

«La conquista del título de campeón por Mathieu no es un sorpresa y lo es menos faltando a la lucha Remigio Saavedra y tampoco es una sorpresa el segundo puesto de Sosa, a escasos segundos de Mahieu, pero en cambio llama la atención la notable perfomance del cañadense Manuel Abregú, uno de los buenos aficionados del interior, pero que no había respondido hasta ahora tan plenamente como se esperaba a las excelentes previsiones que se habían hecho sobre sus probabilidades en diversas competencias en que se midió con los porteños y provincianos. Abregú, haciendo un recorrido de ciento veinte kilómetros, reveló lo mismo que los dos anteriores, que no es energía lo que le falta para imponerse en las competencias habituales o para estar más cerca de los vencedores en el resultado final sino, tal vez, carencia de conocimientos tácticos…»10.

 

1SAINZ, JOSÉ Y TOMASI, GUSTAVO: Sport Club Cañadense 100 años 1913 – 2013, Ediciones SCC, 2013, p. 11 y 27.

2 ÁLVAREZ, GERARDO. Historia de Cañada de Gómez, Ed. Ross, Rosario, T. II, p. 435.

3 Ibíd.

4 Testimonio de Agustín Ribotta.

5 Carrera Ciclista – 3er. Circuito de C. de Gómez, 1º de junio de 1924, programa.

6 La Nota, Cañada de Gómez, 20 de febrero de 1927.

 

 

7 SAINZ, J. Y TOMASI, G.: óp. cit. p. 36 y s.

8 La Nota, Cañada de Gómez, varias ediciones, 1932.

9 La Nota, Cañada de Gómez, 5 de mayo de 1932.

10 La Nación, Buenos Aires, abril de 1935.

 

 

Epígrafe foto:

Manuel Abregú