
Tal como lo viene haciendo a lo largo de sus 123 años de existencia, la Sociedad Suiza de Cañada de Gómez , institución creada el 7
de noviembre de 1897, recuerda que el 1º de agosto de 1291 nació la Confederación Helvética, constituida inicialmente por tres cantones –jurisdicciones que equivalen a las provincias argentinas–, Uri, Schwyz y Unterwalden, que en esa histórica jornada firmaron un Pacto Federal para enfrentar a la dinastía de los Habsburgo, soberanos de Austria. Ya en ese momento fundacional, que transcurrió en la pradera del Grütli, al borde del Lago de los Cuatro Cantones, fue cuando aquellos pioneros se juraron asistencia mutua. Borges, que estudio en su juventud en Ginebra y eligió esa ciudad suiza para morir, ha evocado esa etapa inicial en su poema
Los conjurados:
«En el centro de Europa están conspirando.
El hecho data de 1291.
Se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan en distintos idiomas.
Han tomado la extraña resolución de ser razonables.
Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades (…)
Las instituciones y la organización política de Suiza, como también se denomina a la Confederación Helvética son, en gran parte, el reflejo de una historia de 729 años. Encerrada en el corazón de Europa, Suiza ha sufrido los sobresaltos de la historia continental y la neutralidad, proclamada a partir del s. XVI, ha sido una forma de protegerse. Esa neutralidad de Suiza fue reconocida en el plano internacional en 1815, y a inicios de la década de 1830 doce cantones aprobaron constituciones liberales. En 1848, luego de una breve guerra civil en la que triunfaron los cantones cuya población profesaba la religión protestante, una asamblea constituyente creó un verdadero poder federal, en el que la soberanía se reparte entre los ciudadanos, los cantones y el poder central. Y en la revisión del texto constitucional aprobada en 1874 se introdujo el referéndum legislativo y se consolidó la libertad de conciencia. La libertad de cultos es absoluta.
La población actual de Suiza supera los siete millones de habitantes, cuatro de los cuales tienen como lengua materna el alemán, que se habla en 19 de los 23 cantones. En seis cantones la lengua es el francés , mientras que en el cantón Ticino se habla italiano y en el de los Grisones el romanche, siendo esas cuatro lenguas las oficiales de la Confederación Helvética. Cincuenta por ciento de la población es protestante, mientras que el cuarenta y tres por ciento profesa la religión católica. Suiza es un modelo de democracia y también de república federal.
La Sociedad Suiza, nacida en el tiempo de la gran inmigración europea del último tercio del s. XIX, al no poder celebrar esa fecha patria en los próximos días, unirá dicha conmemoración a los festejos que organizará para la reapertura de su gran salón de fiestas y actividades culturales, orlado en su cielorraso con la cruz blanca y en fondo rojo de la bandera de Suiza, cuya restauración ya ha concluido.





































