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Nota 1ª. Por Gerardo Álvarez

 

A solicitud del Grupo de Laicas Antonianas, un grupo de mujeres estrechamente vinculadas con el Colegio San Antonio de Padua que integraban Marta Martini, Meneca Torralba, Ana María

Gianetti, María Marcela Piva, María Luisa Bredice, María Cristina Ventroni, Dina Raspo, Liliana Pasqualini, Adriana Steffen, Elvia Dodorico, Mónica Stampella, María Rosa Di Tomaso, Denis Massería y Nancy Villarroel, Gerardo Álvarez escribió el libro El San Antonio – Historia del Colegio San Antonio de Padua de Cañada de Gómez en su 120º aniversario, que fue presentado en el año 2019. A partir de esta edición se publicará, en un par de notas, un fragmento del capítulo II de esa obra, que rememora la vida de la fundadora de la Congregación, Madre Antonia Cerini, y abarca la trayectoria colegial en su tiempo fundacional, a partir de 1899.

 

La historia del Hospital de Caridad de Cañada de Gómez, ahora denominado San José, está signada por la sucesiva y reiterada constitución de comisiones cuyos miembros, aunque reunieron importantes donaciones para su edificación, por diversas circunstancias terminaron presentando sus renuncias hasta que, de acuerdo a lo resuelto por la Comisión de Fomento el 8 de diciembre de 1889, fue nombrada una Comisión de Damas que presidía doña Luisa Peralta de Rodríguez44. Mientras tanto, según los indispensables datos aportados por el cronista local Elías Bertóla en sus Apuntes Históricos, el 1º de enero de 1890 comenzó a atenderse a los pacientes en el Hospital de Caridad, pero sin que mediara una inauguración oficial del mismo, existiendo también constancias de que el 22 de agosto de 1892, por ante el escribano Guillermo J. de Altube, la Compañía de Tierras del Central Argentino escrituró a nombre de la Comisión de Fomento el solar cedido por Mr. Fischer, administrador del Ferrocarril Central Argentino, en 1887. Finalmente, el 4 de marzo de 1894 se fundó la Sociedad de Damas de Beneficencia, presidida por Clementina Gaitán de Acosta, que se hizo cargo de la administración del Hospital, habilitado oficialmente el 25 de mayo de ese año45.

En un relato que se conserva en el Colegio, redactado con la orientación de la profesora Marta Martini de Travaglino en 1994, cuando el mismo celebró su 95º aniversario, por un grupo de alumnos de primer año que concluyeron sus estudios en 1998, María Marta Travaglino, Ma. Eugenia Albertengo, Florencia Delfino, Natalia Travaglino, Lourdes de Almeida, y Juan Manuel Trujillo, se narra que un día de 1897,

«… se detuvo en la estación del ferrocarril un tren que conducía una máquina a vapor y de uno de sus vagones descendieron varias mujeres ataviadas con pesados hábitos color marrón, con sus cabezas cubiertas por tocas que sólo dejaban aparecer el rostro rodeado de una tela blanca que terminaba de ocultar totalmente sus cabellos y con albas pecheras impecablemente almidonadas. Eran hermanas, monjas, que tenían un destino, el Hospital San José, y con un ideal, dedicar sus vidas al cuidado de los enfermos. Pertenecían a una congregación fundada en Mercedes, provincia de Buenos Aires, en 1889 por la madre Antonia Cerini, que había llegado por entonces desde Milán a la Argentina, sensibilizada por el sufrimiento de los pobres, los huérfanos y los enfermos y que, sintiendo el llamado de Dios, había reunido un grupo de mujeres con las que formó una Congregación de Hermanas Enfermeras, que instaló su casa matriz en la ciudad de Mercedes, con el propósito de asistir a los enfermos y amparar a la niñez»46. Debe precisarse que ese esperanzado arribo había tenido su origen en el contrato que el 15 de octubre de 1897 formalizaran la Sociedad de Damas de Beneficencia de Cañada de Gómez, encargada de la administración del Hospital, y sor Antonia Cerini, Madre General de las Hermanas Enfermeras de San Antonio47.

Entretanto, en Cañada de Gómez continuaban las obras de ampliación del Hospital, y el 7 de julio de 1898 se inauguró su edificio central, caracterizado por sus austeras líneas arquitectónicas de carácter renacentista, realzadas con un doble coronamiento triangular sobre el acceso principal que estaba flanqueado, por encima de la cornisa, por elegantes balaustradas. En la ocasión el presidente comunal, Mansueto Viti, y el jefe político Rudecindo Freire, en representación del gobernador Juan Bernardo Iturraspe, hicieron entrega del edificio a las Damas de Beneficencia, quienes estaban acompañadas por sor María Agustina Belén y por otras seis religiosas de la congregación de las hermanas de San Antonio de Padua, quienes a partir de entonces prestaron sus abnegados servicios en el Hospital48.

En un libro que relató el rico historial de las fundaciones emprendidas en distintas poblaciones, se señaló que la superiora del grupo, sor María Agustina Belén, se había dado cuenta de la necesidad de un colegio católico que pudiese «cristianizar a los niños» ya que:

«Muchas familias católicas no tenían otra opción que mandar a sus hijos a una escuela protestante por falta de una escuela católica. Muchos padres les pedían a estas hermanas que catequizaran a sus hijos, pero en el Hospital no les era permitido. Fue suficiente para que la hermana Agustina determinara esta decisión: que Cañada de Gómez debía tener un colegio católico»49.

Según relatara la misma sor María Agustina Belén, cuando pidió la debida autorización a la madre Cerini para fundar dicho Colegio, ella inicialmente le contestó que no podía emprender fundaciones por falta de «salud y medios». Pero cuando poco después la llamó a Mercedes y ella le preguntó: «¿ Crees que el Señor se disgustará si no fundamos el Colegio», sor Maria Agustina Belén comprendió que había conseguido su propósito. Y la profesora Marta Martini de Travaglino recordó al respecto lo siguiente:

«Narra una tradición oral que ante la negativa de la Madre Antonia y la insistencia de sor Agustina Belén, la Madre dejó la decisión librada al azar, o tal vez a la inspiración del Espíritu Santo… Es que estando ambas en la Casa Madre de Mercedes frente a dos grandes bultos que contenían imágenes en su interior, recién llegadas de Europa para sus fundaciones, Antonia, señalando a uno de ellos, dijo: “Si aquí está la imagen de San Antonio, la fundación de un Colegio en Cañada de Gómez se debe hacer. Abrieron ansiosas y con gran curiosidad el envoltorio y ¡Oh sorpresa! Allí estaba la respuesta: San Antonio con el Niño Jesús en brazos estaba allí. Esa era la respuesta. ¡Había que fundar el Colegio en Cañada! Y así lo hicieron. Esa imagen primitiva de San Antonio, es la que se conserva en el Colegio…»50. Y así fue como pusieron manos a la obra, con la íntima certeza de que lograrían su objetivo:

«Confiando siempre en la Divina Providencia salimos un día con una lista a recorrer el pueblo buscando quienes se suscribieran con una pequeña cuota mensual para pagar el alquiler de la casa en que se establecería la escuela. En todas las casas que visitábamos siempre nos encontrábamos con el Pastor protestante que se nos anticipaba haciendo propaganda para su colegio. Me apersoné a él y le pregunté si quería

contribuir a nuestra misión, y contestome: “Yo soy Pastor protestante y tengo mi casa de educación bien acreditada, creo que la población es muy reducida para tener otra”. Le respondí que no se preocupara, que nosotras trabajaríamos con ahínco por nuestro Colegio. Esto fue eficaz remedio para que dejara de molestarnos»51.

 

44ÁLVAREZ, G.: Historia de Cañada de Gómez…, v. I, óp. cit., p. 374 y ss.

45 BERTÓLA, ELÍAS: Apuntes históricos de Cañada de Gómez, Rosario, Compañía General de Artes Gráficas (S.A.), 1923, p. 139 y ss.

46 Fundación del Colegio San Antonio de Padua de Cañada de Gómez, trabajo de investigación realizado en 1994 por alumnos del Colegio San Antonio de Padua, Promoción 1998, bajo la dirección de la prof. Marta Martini de Travaglino.

47 ARCHIVO DE LAS HERMANAS DE SAN ANTONIO DE PADUA, Mercedes, Contrato formalizado entre la Sociedad Damas de Beneficencia de Cañada de Gómez y sor Antonia Cerini, en nombre de la Orden de las Hermanas de San Antonio de Padua.

48 ÁLVAREZ, G: óp. cit., p. 379.

49 Hermanas de San Antonio de Padua (Argentinas) – Su fundadora – Espíritu de la Congregación, Buenos Aires, Tipografía del Colegio Leon XIII – Obra de don Bosco, 1948.

50Testimonio de la prof. Marta Martini de Travaglino.

51 Hermanas de San Antonio de Padua (Argentinas), óp. cit.

Notas: Se aclara que se mantiene la misma numeración del libro.

 

 

 

 

 

 

Epígrafe imagen:

 

El edificio del Colegio, de elegantes líneas renacentistas,

edificado entre 1899 y 1901, con su cuidado jardín, c. 1930.