Ya el sol calienta con suave ardor,
veintiocho grados de máxima, un día de calor.
Al caer la noche, el frescor llegará,
dieciocho de mínima, suave brisa nos dará.
No habrá lluvias dicen, el cielo estará en paz,
un día perfecto, sin nubes que veas más.
Y cuando la luna empiece a brillar,
¡la noche de rock nos hará vibrar!
Bajo la primera luna, el ritmo sonará,
guitarras y baterías nos invitarán a soñar.
Un día completo, con clima ideal,
y una noche de música, ¡pura energía vital!