Después de más de cinco décadas siendo parte de la vida de los cañadenses, el kiosquito que hasta hoy estuvo en Centenario y Pellegrini aunque ya hace

un tiempo cerrado al público, se trasladó al Auto club Cañadense, donde funcionará como boletería en una de sus entradas.

Este pequeño lugar fue testigo de generaciones: trabajadores de la legendaria metalúrgica, estudiantes del Nacional, Razetto y San Antonio, vecinos que pasaban a comprar sus golosinas, revistas o diarios. 📰

🍬 Cada rincón guarda recuerdos y sonrisas, cada mostrador tiene historias de charlas rápidas y saludos de quienes lo atendían con cariño.

Aunque el kiosquito cambió de lugar, su historia y su esencia siguen vivas. Ahora, acompañará nuevos momentos en el Auto Club, recordándonos que la memoria de nuestra ciudad también se construye con lugares como este. 💛

¿Te acordás quién atendía ahí? ¿Qué solías comprar cuando ibas? Compartí tu recuerdo y celebremos juntos este pedacito de historia cañadense. ✨