Atan y desatan
1) Ocupan: Siempre está esa tentación de querer tener un reconocimiento o un puesto. Pero una cosa es adquirirlo por tus méritos y otra cosa es buscarlo destruyendo o

simplemente desgastando. Hay personas en todos los ámbitos (religiosos, profesionales, etc) que buscan la manera de obtener puestos. Alguna vez me pasó con una integrante de una comunidad que siempre buscaba estar en altos cargos y, cuando buscaba su reemplazo (porque yo quería reemplazarla como sea), ella buscaba otro lugar para asumir funciones de mando. Cuando la saqué de la parroquia, buscó ser delegada en el Decanato y, cuando se la sacó del Decanato, buscó a nivel Arquidiocesano. En fin… cuando una persona busca tener cargos o puestos puede que en su mirada no esté lo mejor del otro o para el otro sino es buscar aparecer siempre a cuesta de otros o incluso destruyendo a otros. Por eso hay que tener cuidado con este tipo de personas porque, con tal de tener o llegar al poder, es capaz de liquidar y hasta de disfrazarse.

2) Cargas: Cuánto tenemos que luchar con personas que nos rodean pero nos atan a ellas o a ellos. Hay que tener cuidado. Personas que generan una dependencia o simplemente te hacen sentir culpa si te alejas un poco de ellos. Recordá que, quien te ama, te da libertad, pero quien te usa siempre busca una manera de atrapar y atosigar. No dejes que nadie te ate ni te genere peso en tu vivir.

3) Saludados: No es lo mismo fama que honor. Hay gente que busca la fama y eso implica hacer cosas para ser visto o reconocido. Quien busca honor simplemente hace lo que tiene que hacer y la historia lo hará presente con el galardón mayor, el que no hay olvido por tu acción. Por eso los cristianos no buscamos ser famosos sino honorables, porque la fama es momentánea, mientras que el honor es eterno. Algo bueno está por venir.