1) Al cielo: Cada vez comprendo que las cosas se hacen desde Dios y no desde nosotros. Hay veces que se nos mete el voluntarismo, hay veces que las cosas las queremos hacer nosotros como nosotros queremos que sean. Incluso hasta buscamos manipular las cosas de Dios y desde Dios. Hay veces que tenemos que aprender a mirar las cosas desde el cielo, y comprender que todo sucede por algo y para algo, que las cosas se hacen “a Dios rogando y con el mazo dando”. Porque es asumir que Dios es el piloto de mi vida y yo soy el co-piloto.

2) Cuidaba: Creo que en estos tiempos vivimos muchos ataques a la Iglesia y en la Iglesia. Basta mirar Facebook o Instagram un poco. Lo curioso es que los que estamos dentro de la Iglesia la defenestramos, falta que hagamos campañas políticas o simplemente grupos cerrados en donde nos atacamos entre nosotros. Los que usan sotana de los que no lo usan, los liberales contra los conservadores dentro de la Iglesia, los progresistas contra los tradicionalistas, etc. Aparte de no cuidarnos, nos liquidamos entre nosotros. Por eso es necesario aprender a cuidarnos y a respetarnos, quien use o no use sotana no es mi enemigo porque lo use, el que sea de tal o cual grupo no es mi enemigo porque pertenezca a ese grupo. Cuánta tristeza hay en la Iglesia. Nos hemos convertido en una Iglesia triste por estar tan dividida.

3) Preserves: Dios constantemente nos cuida y nos sostiene con la eucaristía. Es ahí donde debemos volver y cuidar. Si sacamos el eje de la eucaristía nos convertiremos en algo muerto y pasajero. La otra vez me pasó algo sumamente doloroso y triste. No podía celebrar una misa en una capilla del campo. Entonces pedí a un sacerdote amigo, de 83 años, que lo celebre por mi, pero la persona que pidió la misa de su hijo por sus 18 años, cuando se enteró que iba a ir este sacerdote mayor, me dijo que si no iba yo o un sacerdote joven prefería que no le haga la misa, porque ella pagaba por una buena misa. Ahí comprendí que no hemos evangelizado bien y que el eje central no es Jesús, sumado a que comprendí que para mucha gente nosotros los curas somos descartables, “mientras estemos bien nos aceptan, pero cuando estemos viejos y enfermos no nos toleran”. Hoy pidamos por la unidad y por concientizar quién es el centro de nuestra religión: “Jesús”.