1) Camino: La vida es un caminar y como dice la canción “se hace camino al andar”. El problema es cuando buscas que otros caminen tu camino porque tenés miedo a caminar. El caminar implica también riesgos, pero con la vida vas aprendiendo cómo caminar. Cuando sos joven casi que corres, pero más duro te golpeas; en la madurez sabes en qué momento correr para evitar una caída; pero en la vejez ya no corres, porque la vida te enseñó a superar los riesgos.

2) Curen: Cada vez que medito este Evangelio me hago una autocrítica, es la de que, como iglesia, me planteo si seguimos curando. Hay veces que ponemos el cartel de “hospital del alma”, pero cuando llega un herido por la vida nos escandalizamos y juzgamos. En vez de ser un “hospital para el alma” somos un juzgado de las almas. Otras veces nos disponemos a abrir puertas, pero en vez de buscar almas para aliviarlas, queremos abrir las puertas para tener más seguidores, esperando recibir el premio de YouTube por seguidores de alma. Otras veces generamos actividades, pero nos peleamos dentro de nuestra institución para ver quién sobresale más o simplemente hace el evento para tener un premio relevante.

3) Busquen: Creo que la palabra que me resuena es “dejarme ayudar” y buscar gente buena que me ayude a cumplir la obra de Dios en mi vida y en tu vida. Hay mucha gente que quiere servir, pero no sabe cómo; mucha gente que necesita de Dios y nadie le ha llegado aún, porque seguimos reunidos haciendo planificaciones, talleres o jornadas de evangelización. Y nos olvidamos que evangelizar es llevar el evangelio con tu vida, porque muchos, el único evangelio que conocerán puede que sea solo tu vida.