1) Traer: Para que haya paz en tu corazón muchas veces tienes que pasar por guerras y situaciones duras o difíciles, incluso momentos que se hacen muy oscuros, pero es parte del logro de una paz madura. Porque el dejar todo así, nomás, y el “mejor evitar conflicto” puede llevarte a una paz ficticia que tarde o temprano te asfixia. Hoy mira tu vida y fíjate si realmente es conveniente dar un paso para vivir una paz madura más que la que crees que vives hoy en día.

2) Cruz: Hay que saber tomar la cruz y no crearse más cruces que la cruz que uno debe llevar. Con el tiempo te vas dando cuenta que hay cruces que son parte de tu vida y otras cruces que la buscas para tu vida. No andes buscando cruces que no te corresponden, y hasta el mismo Cirineo ayudó a llevar la cruz hasta cierta parte, se responsable de tu cruz y no de la cruz de tus alrededores.

3) Recompensa: Dios nunca te suelta la mano, soy testigo de ello, siempre aparece alguien para ayudarte y darte una mano en la vida. Recuerdo hace un tiempo atrás que pinche rueda en pleno campo camino a las montañas, encima no tenía auxilio porque me habían robado el rodado (en fin, vivo en Tucumán) en medio de la nada, y sin señal, me agarró la desesperación y me puse a rezar. Apareció un hombre en su camioneta casi ya oxidada, pero tenía un gran corazón, no se como apareció de la nada, pero me llevó y hasta me solucionó el problema. Recuerdo su frase: “no se preocupe padre que sus oraciones llegan”. Por eso no te preocupes que Dios te ayuda cuando haces las cosas de corazón, soy testigo de ello. Algo bueno está por venir.