1) Tomó: No todo aquel que está a tu lado debe saberlo todo. Aprende de Jesús a ser selectivo y comprende que Dios algo quiere hacer contigo y, desde vos, a los demás. No todos pueden entenderlo todo, pero por sobre todo tienes que ver bien a quién le compartes tus cosas más íntimas. Algo que voy aprendiendo en la vida es ir siendo un poco más selectivo y comprendiendo que no todos entienden el lenguaje de uno. Como diría un dicho popular “cuantos más años paso, menos amigos me van quedando”.

2) Sueño: En esta vida siempre pasaremos adversidades internas. Todos tenemos la lucha del sueño con la realidad. Hay veces que nos convertimos en personas ilusas y soñadoras que no caemos en valorar la realidad que tenemos o que simplemente ya no la vemos. Date esa oportunidad de vivir más la vida con los pies en la tierra y deja de andar viviendo entre sueños y sueños. Ajústate más a los proyectos y aprende a vivir cada momento con lo concreto.

3) Qué bien: Cuando uno logra su interioridad y comprende que la vida es un camino de encuentro, le cambia la mirada a la vida y eso es “transfigurarse”: tener una mirada por encima de las cosas. Cuando aprendes a cambiar la mirada la misma vida te cambia, porque ves las cosas desde Dios y eso lleva a replantearte mucho de lo que hoy hay en vos.