1) Quiera: La libertad siempre está en este camino de la vida cristiana. Dios nunca te va a pedir más de lo que podés, pero sí te pide que lo que asumas libremente en tu vida, que lo respaldes y te hagas cargo. Aprende a asumir con libertad las cosas que te tocan, pero con responsabilidad. No podés vivir en la vida como un niño quien, cuando se le pregunta el por qué lo hizo, diga “es que mi mamá me dijo”. La madurez pasa por tomar las cosas con libertad, pero con responsabilidad. Hacete cargo de lo que haces.
2) Encontrará: La misma vida es un proceso de perder y ganar, porque para ganar en mi vida tengo que saber perder. La verdad es que en mi vida me tocó perder muchas cosas, algunas que me dolieron, no te lo niego. Cuando tenía 18 años me tocó decidir entre medicina y el sacerdocio. No sabes lo que me costó, porque ambas cosas me apasionaban. No me arrepiento de la elección, pero la pérdida sí me dolió. Como así también en esa etapa decidir entre el noviazgo o el camino del seminario para el sacerdocio; también hice opción y también me dolió. Pero la clave es saber dejar y tener un por qué dejar, como así también un para qué dejar.
3) Vendrá: Lo más hermoso de nuestra fe es que algún día Jesús volverá. La vida misma tiene un principio y un fin. Vos y yo estamos llamados a la eternidad. Es tener en claro que algún día nos vamos a morir y que todos tenemos un qué decir. Hoy no dejes de lado en tu vida que las cruces vividas tengan un sentido y comprende que nada es negativo, porque hasta lo más difícil puede ser que sea un “aprendido”.