1) El reino: Lo que uno siempre debe trabajar
es la humildad; porque allí está la realidad de la vida. El caminar en la soberbia puede hacerte perder el estribo y puedes inventarte ser alguien que no sos. Me ha tocado ver gente que cambió muchísimo luego de un puesto o de un cargo. Como diría un amigo mío: “si quieres saber cómo es una persona realmente, dale poder y verás cómo es en verdad”. Por tanto, no dejes que te transforme un cargo o un poco de popularidad. Aprende a ser vos incluso con los cargos y con la popularidad. No hay nada más valioso en la vida que ser auténtico.
2) En medio: En esta vida, la vida misma te hace caminar en el medio. No busques llamar la atención para decir “aquí estoy”. Recuerdo un sacerdote que, cuando íbamos a encuentros de curas o encuentros eclesiales, se desesperaba por saludar obispos. Es como que en su inconsciente decía: “aquí estoy, mírenme”. Hay veces que en la vida andamos buscando que nos miren, para que nos den algo. Eso ya no es ser servicial con el otro, sino un mendigo del otro, busco para que me dé.
3) Ovejas: Todos somos buscados por Dios y lo hermoso es que Dios no se cansa de buscarnos. Tiene necesidad de un encuentro sabiendo nuestras flaquezas, porque la garantía de la santidad no pasa por tu voluntarismo, sino por hacer la voluntad de Dios. Algo bueno está por venir.