1) Fariseos: Hay veces que uno lleva una actitud farisaica, pues todo el tiempo habla y quiere impresionar o tener la razón. Recuerdo una vez que estábamos en una mesa y un amigo me preguntó cómo me fue en Roma con el Papa León. Pero cuando estaba empezando a contar, mencioné lo de la Inteligencia Artificial, y apareció otro cura y se puso a hablar, a hablar tanto que ya no me permitió contar más. Hay veces que queremos siempre aparecer o, simplemente, que nuestros reflectores estén apuntándonos a nosotros, pero no aprendemos a callar para descubrir al hermano de al lado, quien capaz que me puede aportar. Hay veces que el mismo Dios te hace callar y comprender que la clave más esencial de la vida es saber escuchar, porque de la escucha surge la sabiduría y del valor que el otro me puede aportar.

2) Ley: Cuando quiero hacer algo y no me dejan, eso se llama “reglamento moral”, pero cuando se me ofrece hacer algo que está mal y no quiero hacerlo por mis convicciones claras, eso se denomina “religión vivencial”. Por tanto, aprende a actuar con convicción y deja de vivir atándote o ateniéndote a meros actos morales. Hay gente que lee y memoriza doctrinas morales más que el evangelio. Conocer a un Cristo vivo te cristifica y te hace convertirte a una vida distinta y sin atarte a nada ni a nadie, ni siquiera a normas o reglamentos para impresionar.

3) Amar: Lo que propone Jesús es un estilo de vida en Él y comprender que la relación con Dios es una relación distinta, pero que te lleva a saborear las cosas desde otra mirada. Cuando encontrás a Jesús la vida misma tiene otra marca y hace que sepas disfrutar hasta lo simple y sencillo que tienes a la par.