1) No saben: La clave de nuestra vida es saber vivir en el día a día esa búsqueda de Dios y la felicidad, y no reducir a creernos que nosotros sabemos toda la verdad. Cuando te pones en la función de saberlo todo te puede llevar a olvidarte que siempre uno puede aprender del otro, por eso lo más hermoso y lo más difícil es callar para poder escuchar. Incluso cuando te toque discutir con alguien, antes de darle la respuesta, escucha su punto de vista, aunque ya sepas que está equivocado. Cuando no das lugar a la escucha puede que tu respuesta sea trunca o simplemente ajena a lo que el otro espera.

2) Preparados: La vida se pasa volando y uno cree que vive eternamente. Las cosas se hacen en el paso a paso, pero también uno debe ir aprendiendo que no todo pasa por uno. Siempre me gusta decir que uno debe ser como el doble cinco de un equipo de fútbol: saber dar la pelota en su momento. Hay veces que hay que dar adelante, para que otro haga el gol y otras veces para atrás, para protegernos. Lo mismo pasa en la vida. Hay veces que tenés que saber con quién compartir para avanzar y tomar decisiones junto con otros; y otras veces es necesario resguardarse, mirar para atrás, estar más atento de uno mismo, porque no están dadas las condiciones para avanzar.

3) Administrador: Aprende a controlarte en la vida, recuerda que todo exceso es malo y la virtud está en el punto justo de las cosas. Date el tiempo para vos y recuerda que nada ni nadie es eterno, solamente Jesucristo es lo único eterno. Por lo tanto, amigo o amiga, mire su vida y aprenda a dar gracias por lo que tiene y aprenda a aceptar lo que no tiene.