1) Asombrados: ¿Cuántos de la gente que se asombra de tu vida está a tu lado en todo momento? Por eso me gusta destacar que no es lo mismo quien se acerca a tu vida que quien se asombra de tu vida, y tampoco es lo mismo quien te acompaña. No todo el que se asombra de tu vida está en tu vida. La otra vez, en un reportaje, le decía a alguien: “no sé si todos los que vienen hoy a verme y visitarme me visitarán o verán cuando salte una calumnia sobre mí o simplemente me vean enfermo o divagante”. Por eso no te confundas cuando haya gente que te admire y te tenga en alto, no lo tomes como que es tu guerrero o guerrera, o que te tendrá bajo su cuidado, porque admirar a alguien no es lo mismo que estar a su lado.

2) Qué quieres: Es una gran pregunta. Es ver qué quiere Dios de nosotros, pero también es ver qué es lo que vos querés hacer en tu vida y para tu vida. Es un tema que siempre aparece, pero también es un tema en el cual nos perdemos, porque al no tener en claro el para qué estás en esta vida empiezas a buscar vivir para los demás, perdiendo el quién sos en esta vida.

3) Calla: Nuestro gran enemigo será la imaginación y el aturdimiento de cosas que aparecen. Es necesario trabajar el corazón y mirar el interior para comprender dónde estoy parado y hacia dónde va mi vida. No dejes que te aturdan los problemas y las preocupaciones sino más bien mira el paso a paso de cada cosa que haces y el por qué elegiste hacer cada cosa. No pierdas la esencia de lo que haces y aprende a callar las aflicciones. Algo bueno está por venir.