1) Hombre rico: Hace un tiempo conversaba con un amigo que me contó “mira Luis, soy tan pobre que lo único que tengo es dinero” y me explicaba que
solo vivía para mantener las propiedades que tenía, pero que ya no tenía amigos, ni siquiera familia, porque vivía de aquí para allá, solo para cuidar y mantener sus riquezas, solo para eso. Allí recordé que rico no es aquel que tiene mucho, sino más bien es quien carece de poco. Hay personas que viven para tener dinero, pero ni siquiera lo disfrutan. Incluso este amigo falleció hace poco de un paro cardíaco y no pudo disfrutar ni siquiera de su familia en lo que vivió. Por eso, aprende a disfrutar de lo que tienes y no reduzcas tu vida a mantener algo que te lleva a perder incluso lo que crees que tienes.
2) Dar cuenta: Nos olvidamos que en esta vida todo pasa factura y Dios, de una u otra manera, te hace ver que todo tiene su límite; la salud también te pasa factura y hay momentos en que uno se pierde en hacer demasiadas cosas olvidándose de lo esencial. Aprende a analizar cada cosa que haces y comprende que siempre hay señales que te indican qué estás haciendo bien y qué estás haciendo mal. Aprende a ver…
3) Tu recibo: Aprende a ser generoso con tu vida y sé prudente porque de quien menos te lo esperes, puede que te termine ayudando. Hay veces que los prejuicios nos cierran pasos, pero quien menos te imaginas capaz que te termina ayudando. Hoy es un día para darte la oportunidad de ver quién te ha ayudado y quién no. Algo bueno está por venir
Misioneros Digitales Católicos