1) Enciende: La grandeza de tu vida es que comprendas que Dios te dió un don hermoso, y tenés que comprender que hay algo de vos que puede ayudar a muchos y, que por sobre todo, es entender que no podés girar siempre en lo tuyo, sino que entendiendo lo tuyo puedas mirar el todo de tu alrededor. Cuando uno mira sus grandezas y debilidades comprende hasta dónde puede y hasta dónde no. Pero es esencial entender que todo uno lo puede cuando lo tiene a Dios.
2) Debajo: Una de las tentaciones que tenemos es la falsa humildad, en donde creemos que no servimos para nada o que siempre hay que pasar desapercibido. Es comprender que hay momentos para cada situación, hay cosas que yo puedo aportar y por lo que debo aparecer, hay cosas que debo saber callar porque hay otros que pueden mejor aportar. La capacidad de discernir es esencial, pero si siempre quiero ser reflector en algún momento me puedo quemar, por eso es importante saber en qué momento estar y en qué momento me debo apagar.
3) Conocido: En esta vida todo, tarde o temprano, se sabe. Pero el tema es que vos sepas qué quieres saber y qué es necesario en tu vida saber, como también discernir que no es necesario saber. El famoso dicho “ojos que no ven, corazón que no siente”. Hay veces que es mejor no saber ciertas cosas para mantener el corazón sano y en paz. Algo bueno está por venir.