Principales fariseos
1) Comer: Está bien escuchar, reconocer y aceptar las emociones y problemas de los demás. Es importante siempre poder acompañar a la
otra persona, pero sin olvidar reconocer, aceptar y escuchar tus propias emociones. No vivas siempre a la demanda de los otros, porque los otros no se pondrán límites para pedirte y exigirte, si vos no se los pones.
2) Atentamente: Una vez leí de la filosofía antigua que “Aceptar lo que no controlas no es rendirse, porque la vida nos enseña que no podemos controlar las tormentas, pero sí podemos elegir cómo navegar en medio de ellas”. Por tanto, no dejes que las enfermedades de los otros te inunden tu vida y tampoco es bueno que te llenes de cosas que no son necesarias para tu vida. La hidropesía, que es la enfermedad que vemos en el evangelio de hoy, es la inflamación por líquidos en todo el cuerpo de la persona, pero cuidado, que hoy hay gente que está inflamada de cosas negativas todo el tiempo. Hoy Jesús quiere curarte. No dejes que tu vida siempre tenga a su alrededor cosas negativas que te inflaman.
3) Sábado: Recuerda que tu calma ante la adversidad es tu fortaleza. Busca vivir en la virtud y no en los rumores. Recordá lo que decía Sócrates: “Las mentes grandes hablan de ideas, las medianas de hechos y las pequeñas de personas”. Así que seguí adelante, no dejes de hacer el bien por lo que la gente hable y mucho menos dejes de ser vos por ese miedo a lo que te critiquen, porque siempre entrará la crítica incluso de la gente misma que te ve trabajar. Como también decía Sócrates “Cuando alguien me critica… no revela quién soy, revela el nivel de su mente”.
Algo bueno está por venir.
Misioneros Digitales Católicos





































