Fieles difuntos

1) Gloria: Hoy pedimos por aquellos que fallecieron y que sabemos que necesitan de nuestra oración, pero también sabemos que

interceden por nosotros. Hoy nos reunimos como Iglesia para pedir por ellos y para que descansen en paz, porque la gracia de Dios también nos enseña que está en el poder de la oración, por eso nos unimos en la oración y en la eucaristía para pedir por todos los fallecidos, incluso por aquellos que no conocemos.

2) Trono: Antes los sacerdotes en su escritorio debían tener un cráneo, recordando que la muerte siempre está cerca y es lo único que tenemos como certeza en esta vida. Por tanto, hoy el celebrar por las almas fallecidas también nos recuerda que tenemos una vida concreta que tiene un inicio y un fin aquí en esta tierra, pero que nosotros buscamos la vida eterna. Recuerda que no podés dejar que se te pase la vida así nomás. Tenés que cultivar el desapego de los deseos insaciables y deja de renegar por cosas que no podés cambiar porque la vida se pasa.

3) Separa: Trata de tener una mente serena y resiliente. Entiendo que las pérdidas son duras, pero los que fallecieron y aportaron a tu vida te dejaron herramientas para vivir y te acompañan en tu caminar de una manera distinta. Recuerda que el sufrimiento viene de luchar contra lo que no podemos controlar, por tanto, aprende a vivir tu vida espiritual para poder saber qué hacer y qué dejar de hacer. Algo bueno está por venir.

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