1) Aparecer: Recuerda que tu reputación no se construye con lo que dices que harás. Tu reputación se construye con lo que haces y terminas. Como diría un amigo: “El éxito es para los que hacen y no para los que hablan”. Deja de estar buscando atajos y empieza a enfrentar tu presente, deja de estar hablando de lo que harás y empieza a hablar de lo que hiciste. Que la gente te conozca por las cosas que hiciste y no por lo que dijiste, que la gente crea en vos por tus actos y no por lo que harás.
2) Monedas: Si en algún momento te perdés y perdés el valor a las cosas que haces, empieza a buscarte en las cosas que te encontrás, capaz que en ese mate o café de la mañana. Búscate en esa música o en esa pintura que te gusta o en esa planta que podas. Es bueno perderse para encontrarse, “siempre hay un rincón de la casa donde entra el sol”. En las cosas que amas hay verdad y la verdad está donde uno pueda encontrarse. Así que búscate para valorarte y ver que tu vida produce. Cuando tenés en claro dónde estás y lo que sos todo se hace más fácil.
3) Subiendo: Hay una frase de Séneca que me gustó: “No hay viento favorable para el navegante que no sabe dónde va”. Por eso es importante tener objetivos claros y es clave luchar para soñar, y soñar para luchar, porque así le das sentido a tu existencia. No dejes que el tiempo haga que te olvides que eres hijo de Dios, y por tanto, como buen hijo de Dios lucha por tu existencia amando lo que haces.





































