"Pobreza, humildad, bajeza, desprecio, rodean al Verbo hecho carne; pero nosotros, en la oscuridad en la que está envuelto este Verbo
hecho carne, comprendemos una cosa, oímos una voz, entrevemos una sublime verdad. Todo esto lo has hecho por amor, y no nos invitas más que al amor, no nos hablas más que de amor, no nos das más que pruebas de amor" (Epist.IV, p.866s.).




































