"Preferiría mil cruces e incluso me sería dulce y ligera toda cruz, si no tuviese esta prueba de sentirme siempre en la duda de si agrado o no
al Señor en mis obras. Es doloroso vivir así... Me resigno, ¡pero la resignación, mi "fiat", me parece tan frío, tan vacío...! ¡Qué misterio! Sólo Jesús se preocupa de nosotros"




































