"Que no te asusten las tentaciones; son la prueba a la que Dios somete al alma cuando la ve con las fuerzas necesarias para mantener el

combate y para ir tejiendo con sus propias manos la corona de la gloria.

Hasta ahora tu virtud ha sido de niña; ahora el Señor quiere tratarte como a adulta. Y porque las pruebas de la vida adulta son muy superiores a las de quien todavía es un niño, por eso al comienzo te encuentras desorganizada; pero la vida del alma adquirirá la calma y tú recobrarás la quietud. Ten paciencia por un poco más de tiempo; todo será para tu bien"