Cuando hablamos de la próstata a más de uno se “le eriza la piel”, porque muchos mitos y prejuicios rondan a esta pequeña glándula del aparato reproductor masculino. Es habitual que el varón evite la visita al urólogo para realizar el chequeo prostático. Pero aquí lo

importante es tomar conciencia de que la consulta es para prevenir males mayores. Hoy con simples estudios pueden diagnosticarse patologías prostáticas y renales de manera precoz e incidental, cada vez más frecuentes en nuestro medio. El 40% de los hombres sufre patologías de próstata, a saber, adenoma de prostata o hiperplasia prostática benigna y/o cáncer de próstata, y el 60 a 70 % de los tumores de riñón se diagnostican por estudios básicos durante los chequeos.

Si a esto le sumamos que en caso de diagnosticar algún tipo de patología incidental, esta puede tratarse de manera mínimamente invasiva, el resultado es que el objetivo de este chequeo es mejorar la calidad de vida de las personas.

El chequeo prostático

Consiste en los estudios de la próstata de manera regular antes de que aparezcan síntomas, para prevenir y detectar “precozmente” cualquier alteración, especialmente el cáncer, ya que en estos casos es la mejor manera de poder tratarlos con éxito y curación en una etapa inicial. Hoy además, se incluyen estudios de los riñones buscando tumores renales incidentales, y el estado hormonal masculino.

¿A qué edad se comienza? La edad correcta para hacerse un chequeo es a los 40 años, si la persona presenta antecedentes de cáncer de próstata en familiares directos (padre, hermano/s, tío/s) y/o 50 años sin aquellos. Si no existe patología, no suele ser necesario repetirlos hasta pasado un año.

¿De qué se trata? Se realiza un análisis, denominado PSA (Antígeno Prostático Específico) y tras este se procede a la palpación directa de la próstata mediante el tacto rectal. Estos estudios se complementarán con una ecografía para tener la oportunidad de un conocimiento completo de las vías urinarias y riñones del paciente, para que no pasen inadvertidas otras afecciones urológicas, y habitualmente si el interrogatorio lo amerita se solicita la medición de testosterona en sangre para descartar estado de andropausia o hipogonadismo.

Un tema que preocupa. Cáncer de Próstata.


El cáncer de próstata constituye un problema médico, económico y social, ya que es la segunda causa de muerte por cáncer siguiendo al de pulmón, después de los 50 años de edad en el hombre.

Un concepto erróneo. El agrandamiento benigno de la próstata (Hiperplasia de próstata) y el cáncer de próstata se originan en la misma glándula, pero en sectores diferentes, además, es necesario considerar que la hiperplasia benigna no se transforma y no predispone al paciente a sufrir cáncer.

Un diagnóstico sencillo. Las herramientas más importantes para la detección del CP son el antígeno prostático específico (PSA) en sangre y el examen digital rectal (tacto rectal). Se recomienda realizar el PSA y el examen digital rectal en forma anual a hombres de 50 años en adelante. Aquellos con antecedentes familiares de cáncer de próstata deben ser evaluados a partir de 40 años de edad.

Varios tipos de tratamiento para un mismo problema. Hoy día existen diversos tratamientos de eficacia demostrada en caso de que el tumor esté localizado dentro de la próstata. Estos son aplicados con el objetivo de curar al paciente que padece cáncer de próstata. De todos ellos la cirugía radical de próstata es la que ha demostrado a largo plazo los mejores resultados oncológicos en pacientes jóvenes y/o adultos jóvenes con enfermedad localizada en el órgano.

El mejor tratamiento y menos invasivo al alcance de todos. La cirugía radical de próstata de mini invasiva o prostatectomía laparoscópica es el método quirúrgico curativo más utilizado en los centros dedicados a esta patología. La curación del cáncer, la preservación de la continencia y de la función sexual son los objetivos principales de la cirugía radical de próstata.

La agresión al cuerpo por la cirugía convencional continúa siendo un inconveniente por período de internación prolongado, dolor, tiempo de sonda vesical prolongado, riesgos de incontinencia y disfunción sexual. Con esta alternativa de mínima invasión se logran los mismos resultados oncológicos, con una mayor precisión quirúrgica por mejor visualización que se expresa en un postoperatorio sin dolor, retiro precoz de sonda vesical, estadía hospitalaria corta y mejores resultados estéticos.

La prostatectomía radical laparoscópica es una técnica novedosa que se impone como técnica a nivel mundial, con resultados similares al procedimiento abierto en cuanto a la seguridad oncológica y con menor tasas de transfusión, dolor, tiempo de sonda vesical, estancia hospitalaria y reincorporación laboral temprana lo cual mejora la calidad de vida de los pacientes.

 

 

Comparación de ambas técnicas: Abierta o convencional Vs. Laparoscópica.

Las dos técnicas quirúrgicas poseen características que les son comunes. Ambas poseen las mismas indicaciones. Un paciente candidato a una cirugía convencional, lo será también para una laparoscópica. Existen a su vez claras diferencias a favor de la prostatectomía radical laparoscópica entre los dos abordajes en diversos aspectos. La visión mediante laparoscopia es exquisita y permite nuevos horizontes en lo que se refiere al conocimiento anatómico. Esta visión magnificada, junto con el efecto tampón del dióxido de carbono, contribuyen a un menor sangrado venoso durante la cirugía, y una sutura vesicouretral más estanca con un adelanto del retiro de la sonda, hasta 4 días en grupos con vasta experiencia. El dolor postoperatorio, la estancia hospitalaria, y la reincorporación a la vida laboral son menores.

Un trastorno que altera la calidad de vida del varón, agrandamiento prostático benigno, adenoma de próstata o hiperplasia prostática benigna.

Esta patología benigna de la próstata por lo general se manifiesta a partir de los 50 años cuando la próstata comienza a crecer por el proceso natural de envejecimiento. Ese aumento de volumen en muchos hombres ocasiona problemas al orinar ya que al presionar la uretra torna al conducto más estrecho.

 

Los síntomas de este crecimiento benigno son variados y van desde: el aumento de la frecuencia miccional, el levantarse por la noche a orinar, un chorro miccional sin fuerza ni calibre normal, dificultad en vaciar completamente la vejiga, orinar entrecortado, con la sensación de no vaciar la vejiga. Hasta aquellos síntomas propios de una enfermedad más avanzada, como son: la retención aguda de orina, los cálculos vesicales, las infecciones urinarias, hasta la insuficiencia renal en algunos casos.

Más allá de los tratamientos médicos (con pastillas). La urología moderna ha puesto énfasis en brindar para este problema, opciones de tratamiento eficaces, con rápida recuperación del paciente, seguras y definitivas.
Nuevo tratamiento para viejos problemas. El advenimiento de la cirugía prostática con energía bipolar (vaporización con plasma), o sistema plasmakinético, constituye hoy el mejor tratamiento y una alternativa cada vez más buscada por quienes desean una solución definitiva a su problema de hiperplasia prostática.

¿Por qué cambiar?
Resultados comprobados: la experiencia mundial lo marcan como el procedimiento más utilizado y eficaz actualmente en todo el mundo. La cirugía endoscópica de próstata convencional o monopolar, hoy en desuso, fue el tratamiento estándar por mucho tiempo.
El sistema de resección bipolar o plasmakinético proporciona una versatilidad incomparable para el tratamiento del adenoma de próstata.

Este proporciona un corte neto y localizado, con efecto de coagulación limitado. La posibilidad de realizar la cirugía en forma ambulatoria, o con sólo 24 horas de internación, con la pronta deambulación y externación de estos pacientes es relevante. Está también comprobado que la cirugía bipolar requiere menor tiempo de sondaje vesical todo esto da como resultado una disminución de costos y beneficios para el paciente, permitiendo una reinserción précoz a su vida cotidiana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dr. PIANA, Martín

Urólogo de Planta del Servicio de Urología del Sanatorio Parque de Rosario

Experto en cirugía Laparoscópica Urológica

Miembro Honorario Nacional de la Sociedad Argentina de Urolología

Director del Departamento de Cirugía Laparoscópica y Renal Percutánea del Sanatorio Parque, Rosario

Director del Instituto de Diagnóstico Urológico, Casilda

E-­mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Teléfono: 0341 -­ 156171431

www.martinpiana.com