Lo conocimos a mediados de los 80, cuando a su actividad bancaria, producto de haber estudiado profesor en Ciencias Económicas,
le sumaba su incursión en diversos medios de comunicación, tras a diario viajar en colectivo para cursar Licenciatura en Comunicación Social en la UNR, tiempos que compartimos.
FM 88.1 y Semanario Sur fueron su punto de partida. En la primera desarrollaba temas de actualidad y en la segunda, lo hacía a partir de la crítica de diversas películas que los fines de semana se proyectaban en cines.
Pronto, la pantalla chica local lo atrajo y llevó a ese lugar, lo antes expuesto, para luego consolidarse en la profesión con el noticiero local, que creó en sociedad con Daniel Ferrero en el año 1992.
A partir de 1994, comenzó a formar parte de la redacción del diario La Capital, por lo que su talento se trasladó a niveles regional y nacional.
Profesional, serio, comprometido, con sensibilidad social, respetuoso, buen colega, buen vecino... así lo recordamos.
Además del cine y el periodismo, también dejó su impronta en la escritura a partir de diversas obras presentadas por él, a diario en vida, en su perfil Vuelo Bajo en Facebook, y que posteriormente fueron recopiladas por Gustavo Aguilera, uno de sus mejores amigos, para ser publicadas en un libro.
Un árbol y una placa en la ciudad a modo de homenaje, recuerdan su valioso paso por esta vida.
Por más de dos décadas, fue parte de la mesa de todos los Cañadenses y vecinos de la zona a través de la televisión.
Aún se lo extraña en ese lugar.