Santa Verónica es una figura venerada en la tradición cristiana, particularmente en el catolicismo. Su historia está asociada con la Pasión de Jesucristo y

el Vía Crucis. Según la tradición, Santa Verónica ofreció su velo a Jesús para que se secara el rostro mientras llevaba la cruz camino al Calvario. Milagrosamente, la imagen de su rostro quedó impresa en el velo.

Aquí hay algunos detalles adicionales sobre Santa Verónica:

Nombre y Significado: El nombre "Verónica" proviene de las palabras latinas "vera" (verdadera) e "icon" (imagen), refiriéndose a la imagen verdadera de Cristo que se imprimió en el velo.

Leyenda y Origen: La historia de Santa Verónica no aparece en los Evangelios canónicos, pero es una tradición piadosa que se ha transmitido a través de los siglos. Se menciona en textos apócrifos y se ha convertido en una parte importante de la devoción popular.

El Santo Rostro: El velo de Verónica, también conocido como el "Santo Rostro", es considerado una de las reliquias más sagradas del cristianismo. Aunque hay varias reliquias que se reclaman como el verdadero velo de Verónica, la más famosa está en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

Devoción y Festividad: Santa Verónica es honrada especialmente en el sexto viernes de Cuaresma y su festividad es el 12 de julio en el calendario litúrgico católico. Es también una figura importante en las procesiones del Vía Crucis durante la Semana Santa.

Iconografía: En el arte, Santa Verónica suele ser representada sosteniendo el velo con la imagen del rostro de Cristo. Su iconografía ha sido un tema recurrente en la pintura y la escultura cristiana.