Santa Marta, o Santa Marta de Betania, es conocida como la patrona de las amas de casa. Su fiesta se celebra el 29 de julio. Según la tradición cristiana,

Marta era la hermana de María y Lázaro, y es mencionada en varios pasajes del Nuevo Testamento, especialmente en el Evangelio de Lucas y el Evangelio de Juan.

Razones por las que es considerada patrona de las amas de casa:
Hospitalidad y Servicio: Santa Marta es reconocida por su hospitalidad y servicio. En el Evangelio de Lucas (10:38-42), Marta recibe a Jesús en su casa y se preocupa por atenderlo y servirle, mientras su hermana María se sienta a escuchar sus enseñanzas. Marta representa la dedicación y el cuidado del hogar, lo que la convierte en un modelo ideal para las amas de casa.

Responsabilidad y Trabajo: Marta también simboliza el trabajo duro y la responsabilidad. En el relato bíblico, se ve a Marta ocupada con las tareas domésticas, lo que refleja la realidad cotidiana de muchas amas de casa que se dedican al cuidado y mantenimiento de sus hogares.

Fe y Confianza en Jesús: En el Evangelio de Juan (11:1-44), cuando su hermano Lázaro muere, Marta muestra una gran fe y confianza en Jesús, creyendo en su poder para resucitar a los muertos. Esta fe firme es una cualidad que muchas amas de casa buscan emular en sus propias vidas.

Iconografía:
Santa Marta es frecuentemente representada en el arte cristiano con atributos que incluyen:

Llave del hogar: Simboliza su rol como guardiana del hogar.

Cazuela o utensilios de cocina: Representa sus tareas domésticas y su hospitalidad.

Dragón o serpiente: En algunas tradiciones, se le atribuye haber sometido a una criatura monstruosa, simbolizando su poder sobre las dificultades del hogar.

En la devoción popular, muchas amas de casa recurren a Santa Marta para pedir su intercesión en sus labores diarias, buscando su ayuda para mantener la paz, la armonía y la prosperidad en sus hogares.