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33 de máxima, el sol radiante,
un cielo despejado, brillante y vibrante.
20 de mínima, la noche serena,
un susurro de brisa que el calor enfrena.

Los pájaros cantan, su trino es canción,
alegran el día con su dulce voz.
Sin lluvia a la vista, el horizonte está en calma,
un día perfecto, lleno de alma.

El verano respira, el tiempo es fugaz,
un regalo del cielo, sin igual solaz.
Así pasa la vida, entre calor y cantar,
un verso que el viento se encarga de llevar.