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El sol se asoma con suave calor,
veinticuatro grados, un clima a babor.
Trece la mínima, fresca serenidad,
un día perfecto para la actividad.

A las ocho, catorce grados hay,
una mañana fresca que invita a pasear.
Soleado sin nubes, el cielo es un lienzo,
ideal para el turismo zonal, ¡un momento inmenso!

Bajo el árbol, los mates se preparan,
con risas y charlas, las horas se aclaran.
El viento susurra, las hojas dan sombra,
un día hermoso que el alma nos nombra.