Jueves en Cañada, todo despejado,
pero el pronóstico dice: "¡Tormentón anunciado!"
Miro hacia arriba, cielo bien celeste,
¿será que el pronóstico nos hace un chiste?
Veintiséis de máxima, un día divino,
dieciocho de mínima, fresco y fino.
Pero si el parte dice que llueve,
voy por las dudas sacando el paraguas en breve.
Los vecinos miran, nadie lo entiende,
"¿Dónde está la nube que el radar comprende?"
Quizás está tímida, quizás se olvidó,
o simplemente la predicción… otra vez nos engañó!