"Sé que el Señor permite al demonio estos asaltos para que
su misericordia os haga más agradables a sus ojos, y quiere que también os asemejéis a él en las angustias del desierto, del huerto y de la cruz; pero os tenéis que defender alejándoos y despreciando en el nombre de Dios y de la santa obediencia sus malignas insinuaciones".