
Domingo de otoño, tranquilo y real,
trinan los pájaros en concierto matinal.
21 de máxima, 10 de mínima al pasar,
el sol se despereza y empieza a brillar.
Las hojas caen lentas, el aire es canción,
la estación se luce con justa razón.
Y cuando la noche venga sin pena,
la luna llena reinará serena.




































