Sábado frío, invierno al umbral,
el aire es claro, sereno y glacial.
La escarcha temprana besó la ciudad,
con cinco grados de tenue verdad.
El sol, discreto, asoma en su andar,
y apenas alcanza los diecisiete al pasar.
Comienza la estación de abrigo y silencio,
de tardes cortas y un cielo más denso.
Invita el invierno a la reflexión,
al calor del hogar y la contemplación.