Martes que llega con juego en el cielo,
nubes y sol reparten su anhelo.
La luz se filtra, suave, dorada,
mientras el aire trae calma templada.
Con 23 grados se alza la tarde,
y en la mañana, el frío no arde:
8 marcaban las horas primeras,
susurrando al día promesas sinceras.