El mástil se mece con el viento, y la bandera ondea como un espíritu que abraza la ciudad.
Detrás, la Parroquia San Pedro observa silenciosa, mientras un giro de 360° revela la belleza completa de Cañada de Gómez.
Un instante donde la fuerza del viento y la majestuosidad de los símbolos se funden en un solo suspiro.