El sol se alza sereno sobre la ciudad despierta,
la brisa suave anuncia una jornada abierta.
Veintisiete de máxima, promesa de calor,
el aire tibio lleva perfume y color.
El cielo despejado invita a caminar,
a dejar que la mente se pueda oxigenar.
Entre sombras cortas y risas livianas,
el jueves transcurre con calma temprana.