El Evangelio de hoy nos invita a no bajar los brazos, a seguir confiando y a no desesperar. Nos recuerda que vos no nos vas a dejar solos.

Dice la Palabra que Jesús contó una parábola “para enseñarles que era necesario orar siempre, sin desanimarse”. 💫
Hay que aprender a insistir, como Mónica —la mamá de San Agustín—, que nunca dejó de creer, que confió hasta el final.

Porque muchas veces la vida nos pone frente a situaciones difíciles, que nos entristecen o nos hacen dudar. A veces quisiéramos manejar todo a nuestro modo y no podemos… y ahí cuesta confiar, cuesta descansar en tu voluntad, cuesta abandonarse a tu providencia.

Pero, Señor, cuántas veces vimos que cuando confiamos, cuando creemos, cuando sabemos esperar… en el tiempo justo, las cosas cambian. 🌿

Ayudanos, Señor, a seguir siempre confiando en tu providencia.
A entender que, aunque todo parezca oscuro, vos estás.
A tener la fuerza de resistir, la resiliencia, el coraje de mantenernos firmes en la fe.

Vivimos tiempos de incertidumbre, de dolor, de confusión… pero queremos pedirte que nos ayudes a recuperar la esperanza, a animar al que está caído, a levantar al que perdió la fe, y a seguir creyendo en tus promesas.

Porque es verdad lo que dijiste, Jesús:
✨ “No tengan miedo. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.” ✨

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