“El Sabio alaba a la mujer fuerte: �Sus dedos, dice, sostienen el huso� (Prov 31,19).
Con gusto os diré algunas cosas sobre estas palabras. Vuestra rueca es el cúmulo de vuestros deseos. Por eso, hilad todos los días un poco, tirad hilo a hilo de vuestros proyectos hasta su ejecución, y sin duda alguna los veréis cumplidos. Pero estad atentos para no apresuraros, porque enredaríais el hilo con nudos y embrollaríais vuestro huso.
Por tanto, caminad siempre; y aunque vayáis avanzando lentamente, haréis un gran viaje” (Epist.III, p.564).





































