
Fue a esa hora cuando una persona mayor, recibió una llamada, en donde detras del tubo, escuchaba el lamente de un familiar al
que supuestamente le habían entrado en la casa y la estaba golpeando. El corte intespestivo de la llamada por parte de la víctima, produjo que las mismas se reiteraran varias veces hasta que desistieron la parte victimaria de la acción.
El susto no acabó hasta que la primer persona no se cominicó con sus familiares.




































